Emprender desde la cocina

Fatima Boyer
6 ago 2020
2 Min. de lectura

Hace poco, leí un pasaje hermoso de mi amiga Nenina y decía:

“Estoy hecha de retazos. Pedacitos coloridos de cada vida que pasa por la mía y que voy cociendo en mi alma. No siempre son bonitos, ni siempre felices, pero me agregan y me hacen ser quién soy; pues en cada encuentro y contacto, me voy quedando mayor”.

¡HOLA!

Soy Fátima Boyer, repostera con 45 años, que hoy te quiere contar una historia diferente.

¡La historia que hoy día veo…!

La hija del medio, la de 7 hermanos con un Padre: Pablo Boyer, que fue una columna. Aunque ya se me fue, me mira desde el cielo. Y una Madre: Leony Eloísa, Amadisima, con un tesón increíble que siempre está ahí para darme su amor…Hoy soy madre de lo más bello de mi vida, ella es María Isabel Perdomo Boyer, mi única hija quien además me ha dado un hermoso regalo, mi nieto Aarón Miguel.

Continuamos, hoy les narraré lo que me apasiona tanto la Repostería, la Pastelería y Enseñar…

Dulcesalados by el canal de los emprendedores

Soy Venezolana, inmigrante en Panamá. En la vida todos queremos tener éxito. Especialmente en lo que nos proponemos con pasión; queremos cumplir algunas metas o sueños, y si lo logramos, queremos compartir y transmitir esa emoción con todo el mundo; pero, cuando también vemos esos logros en otros, nos llenamos de orgullo y radiamos de Felicidad.

Es eso lo que se siente al enseñar. Da alegría ver crecer a quienes enseñamos y más si los acompañamos a que den ese camino hacia el crecimiento. Hoy soy repostera como les comenté, pero, cuando descubrí que transmitirles a otros lo que conozco da tanta satisfacción, una idea se me metió en la cabeza… ¡Una Academia…! Y así nació mi emprendimiento: Dulcesalados

Llegue a panamá hace 3 años como todos migrante, con muchos anhelos y muchos sueños. Pese a que al principio me dediqué, al igual que otros paisanos, a trapear, cocinar en casa de familia y cuidar a personas mayores, jamás se fue de mi mente mis sueños de crear una academia para enseñar y orientar a quienes como yo tienen una pasión y una meta en este maravilloso mundo de la repostería y la repostería.

Emprender

Entendí, después de muchas caídas, que enseñar es sembrar y sembrar es esparcir, es dar… les explico. Cuando miras o te enfocas en el efecto, es decir, en lo que conseguirás a través de tus siembras, te das cuenta que, como sembrador, no se esparce una semilla, sino que esparce varias. Eso es lo que quiero, para que sean muchas las semillas que florezca y en ese camino, yo seré parte de sus historias y así, de retazo en retazo, podamos ser un inmenso bordado de nosotros en los demás.