La historia que se repite en varias partes del mundo
- Jesús Bolívar
- 21 feb 2021
- 2 Min. de lectura

Presten atención a esta historia:
Luis regresa de su trabajo a casa en donde lo esperaban su esposa Mari y su hijo de 8 años Esteban. Agotado de la tediosa faena de 8 horas, se queda parado en el semáforo esperando la luz verde para avanzar. Un imprudente motorizado se estacionó a su lado tocando la latonería de su vehículo y dejando una pequeña marca en la carrocería. Al ver esto, Luis se bajó de su carro indignado para discutir con el motorizado, sumergido en el estrés laboral que traía consigo; lo que hizo inevitables los gritos y los golpes entre él y el conductor de la moto. Este último, sacó un cuchillo y lo atravesó en un pulmón y en parte del hígado de Luis para luego darse a la fuga. Su víctima quedó postrada en el pavimento, donde llegaron personas a auxiliarla. Llamaron a emergencias, pero, cuando la ambulancia llegó su estado era crítico y al ser internado en Terapia Intensiva, quedó sin signos vitales y le dieron por muerto a la 5:35 pm.
Esta trágica historia se vive en muchas partes del mundo, muy similares o diferentes, pero con el mismo final "Muerte por discusión o pleitos". Hay un fragmento de la Biblia en Proverbios 19:11 que dice lo siguiente: “La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa”.
Y realmente es muy cierto lo que logramos cuando tenemos un poco de cordura y dejamos pasar por alto la ofensa, NOS PUEDEN EVITAR TRAGEDIAS Y HERIDAS EMOCIONALES, que tardan muchos años en sanar y nos quita el peso de ver vidas que se pudieron salvar.
Nos justificamos muchas veces diciendo “yo soy así, tengo mi carácter”, "nadie es más bravo que yo”, y así sigue y sigue... Todo viene del "ego" cuya vestidura principal es el "orgullo", pero la “cordura” y la “humildad” es muy superior a todas esas emociones y las más elevadas de las virtudes.
Inclusive, guerras mundiales, asesinatos pasionales, rupturas matrimoniales o de familiares como padres e hijos, etc, se pudieron haber evitado con un poco de cordura y dejando pasar por alto la ofensa.
Lo he puesto en práctica, con resultados maravillosos desde las relaciones interpersonales donde me he tomado el tiempo para respirar, pensar y calmarme antes de abordar a alguien o una situación que me ha irritado mucho, es allí, donde encuentras paz interior verdadera y te conviertes en una persona más respetable, sin necesidad de llegar a la violencia. Práctica la cordura y disfruta de los resultados.
Culmino con una pregunta que quiero que uses para una reflexión personal:
-¿Es mejor defender el "ego" o actuar con “cordura”?
Hasta la próxima entrega. ¡Bendiciones!
Lic. Jesús Bolívar
Coach y Conferencista
Instagram: @jbolivar_oficial
Teléfono: +507 -6060-0126
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