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Saliendo de la caja: Aprovecha tu intuición femenina para triunfar


Si eres mujer y te han hecho sentir que eres un problema en tu sitio de trabajo por pensar diferente y no seguir las tradiciones, hoy quiero que te sumerjas en la historia de Ramona, una mujer que se sintió justamente así en diferentes ocasiones a lo largo de su vida laboral.


Ramona era una mujer marcada por su intuición femenina, un sexto sentido potente, poderoso y que le permitía precisamente anticiparse a muchos temas en el futuro, a tener una mayor empatía para relacionarse con las personas, pero también sabía oler el peligro a kilómetros, tanto con personas como dentro de los negocios. Definitivamente, sabía como manejar las situaciones del día a día, y lo más valioso, tenía la capacidad de crear y proponer temas, productos, proyectos nuevos con los que se rompen esquemas tradicionales.


Esta mujer empezó su trayectoria profesional en una micro empresa desde muy joven, siendo aún adolescente. Era claro que le faltaban años de academia, pero lo que no le faltaba eran ganas ni ideas. En sus tiempos libres se consideraba una gran empresaria porque vendía perfumes, cosméticos por catálogos, hacia los trabajos de sus compañeras en el colegio y muchas cosas más en las que veía una oportunidad lícita de ganar dinero y subsistir, dado que abandonó su casa materna a los 16 años. Con el paso del tiempo iba aprendiendo y ganando experiencia mientras crecía, maduraba y estudiaba; así que se volvió muy ágil para ver nuevas oportunidades.


Ramona siempre ha pensado que las cosas se deben hacer muy bien, tienen que ser sencillas, para nada monótonas y que todo ser humano debe ser feliz con su hacer para que dónde trabaje, que pueda ser feliz compartiendo y relacionándose con otros seres humanos.

Sus compañeros siempre la tildaron de “loca”, adelantada para la época, y hasta salida de este mundo. No le gustan los esquemas y a muchos de sus jefes les dio un poco de “problemas”, en un mundo caracterizado porque el jefe “era quien más sabía” y el que mandaba.


Ella se encontraba en empresas muy tradicionalistas y algo machistas como lo son los sectores financieros y bursátiles. Sin saber por qué, allí estaba ella invitada a reuniones gerenciales, siendo aún muy pequeña en edad y contando con la menor experiencia del grupo, y aunque para alta dirección, el tenerla en la organización era interesante, para sus jefes directos era una situación incómoda por lo que le asignaban tareas muy operativas y le pedían guardar distancia con sus superiores.


Literalmente, la obligaban a mantener un bajo perfil para no brillar más que sus jefes, cosa que era mal vista es aquella época, se sentía como atrapada dentro de una caja. Lograba salir de allí cuando algún otro líder veía en ella lo bueno, valoraba sus ideas disruptivas y notaba que los clientes se sentían muy a gusto con sus propuestas y cambios. Dice ella que se apasionó por indagar, innovar y crear porque no le gusta comerse el mundo de a pedazos grandes, sino de a piezas pequeños para poder saborearlo y disfrutarlo.

Aislada del trabajo estratégico y creativo, fue aprendiendo a cómo no ser jefe y cuando por fin llegó a liderar equipos, consideraba que estaba preparada, aunque se seguía encontrando que era muy difícil trabajar en equipo de manera positiva y constructiva.


En esta posición, lastimosamente, su última gran idea, le costaría el puesto en una empresa a la que le había entregado su vida por más de 10 años. Expuso una estrategia para potenciar el modelo de servicio de la compañía, y cuando esperaba la aprobación del mismo con tanta ilusión, recibió como castigo, el aislamiento y posteriormente, el despido. Luego de ello, se cuestionó su entrega sin límites a una organización que sólo le dejó estrés, trabajo y enfermedades. Salió con la autoestima por el suelo, con lágrimas en los ojos, el corazón partido y con toda su vida pasándole por su mente una y otra vez.


El tiempo pasaba y sabía que la vida le tenía deparado algo más grande, pero para ello, debía callar las voces de sus jefes que durante años le pidieron que dejara de lado sus ideas fuera de lo común. Hoy día, tiene su propia empresa donde es absolutamente feliz, habla de todo lo que quiere y ha hecho todo lo que se ha propuesto. Quienes eran sus jefes, se convirtieron en clientes y aliados.


Ramona, agradece a Dios por todos los dones que le dio, todos los días pide por sabiduría para ponerlos al servicio de los demás y agradece a su esposo quien es su compañero de vida y de trabajo y a sus hijos que son los que no le dejan volver atrás cuando siente que ya no puede más.


Una de las grandes lecciones con este mensaje que quiero compartir al mundo, es que las mujeres somos más fuertes de lo que pensamos y lo fórmula para hacer todo lo que sueñan en la vida es: Intuición + disciplina + estrategia + acción.



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Manuel Rivas 9-J
Manuel Rivas 9-J
27 เม.ย. 2564

Me alegra saber que hay personas que tienen la magia de escribir lo que viven algunas mujeres y transformarlo en una señal de que van por buen camino

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